Jordi Bosch, Oceancoll CEO & Founder
Nunca me ha gustado el fútbol; el océano me atrajo desde muy joven, aunque la casa de mis padres no estuviera frente al mar. Mi pasión siempre ha sido el windsurf y uno de mis indicadores de felicidad es el número de días al año en el agua.
Los años han pasado.
Mi tiempo en el agua se ha visto limitado, sobre todo porque tengo varias responsabilidades positivas, como una familia, niños y una empresa de ingredientes alimentarios. Pero tengo que admitir que no soy el joven que solía ser. Me he roto los pies unas cuantas veces, tengo dolores en las rodillas, hombros y tobillos, sólo por nombrar algunas partes del cuerpo. Mis articulaciones sufren y cada vez que me meto al agua, siempre necesito un par de días para recuperarme.
Había estado buscando ansiosamente un suplemento que me ayudara en mi recuperación física y el destino me esperaba a la vuelta de la esquina. Revisé en la ciencia, y encontré lo que estaba buscando:
Péptidos de colágeno marino y su papel esencial para asegurar la fuerza y la flexibilidad de la piel, así como de las articulaciones, huesos y ligamentos.
Mi objetivo se convirtió en producir el colágeno marino hidrolizado más puro y de mayor calidad como suplemento para las personas con un estilo de vida en el que la salud y el bienestar son prioritarios. Más de 20 años de experiencia en la industria alimentaria, me mostraron por dónde tenía que empezar.
Tan pronto como supe que el colágeno marino hidrolizado funcionaría, empecé a buscar las mejores materias primas, maquinaria y procesos de producción. Un sueño se hizo realidad, cuando nuestra planta de producción se construyó en la isla de Gran Canarias, en medio del Océano Atlántico.
Todo tenía sentido; nuestra fuente de suministro estaba cerca, podíamos utilizar la energía del sol y del viento como fuentes de energía renovable, trabajaríamos como una operación sostenible, y también estaríamos ayudando a la gente a sentirse mejor.
El océano me llamó. Oceancoll, para una salud y un rendimiento deportivo óptimos.
Por qué confiar en nosotros
Oceancoll se produce a partir de pescado salvaje de aguas profundas (aguas frías). Utilizamos esta fuente sostenible de pescado para prevenir la exposición a antibióticos u hormonas. Seleccionamos especies de pescados de aguas frías, ya que su colágeno tiene un mayor contenido de esos aminoácidos esenciales que son más fácilmente absorbidos por el cuerpo humano. Proporcionamos proteínas de primera calidad, ya que la salud y el bienestar de nuestros clientes es nuestra principal prioridad.
Oceancoll utiliza pescado marino procedente de pesca sostenible. Asegurarse de que haya suficiente pescado en el mar para mantener poblaciones marinas saludables es un principio básico de la pesca sostenible. Esto significa dejar suficientes peces en el océano y respetar sus hábitats, al tiempo que se garantiza que quienes dependen de la pesca puedan mantener sus medios de vida.
Nuestro objetivo es asegurar la producción de péptido de colágeno de emisión cero, al tiempo que se utilizan recursos energéticos naturales renovables. El 30% de la energía que usamos es energía limpia de recursos renovables. Utilizamos energía solar y eólica en nuestra planta de producción y también estamos estudiando la integración de la energía solar-térmica para reducir nuestra huella ecológica.
Nuestras fuentes de materia prima de gelatina y péptido de colágeno son subproductos de la industria pesquera que son adecuados para el consumo humano. Por lo tanto, este proceso contribuye a la economía circular y crea valor para la comunidad al convertir los subproductos en productos proteínicos de alta calidad y reduce nuestro impacto ambiental.
Creemos en la ciencia. La ciencia y la investigación nutricional dirigen cada paso del desarrollo de nuestros productos. Nuestro departamento interno de I+D cuenta con un equipo altamente cualificado y especializado en tecnología alimentaria. Continuamente están proporcionando nuevas técnicas para mejorar la producción de gelatina y péptidos de colágeno, mientras buscan preservar sus principales beneficios para la salud.
El pescado salvaje es un alimento de baja huella de carbono. Un importante estudio de las emisiones de gases de efecto invernadero en las pesquerías silvestres descubrió que se necesita entre 1 y 5 kg de carbono para producir cada 1 kg de pescado silvestre capturado. En comparación, se estima que la producción de carne roja requiere entre 50 y 750 kg de carbono por kilogramo de carne.
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